El Tribunal de Justicia de la UE se ha pronunciado con rotundidad prohibiendo la práctica por la que las empresas tecnológicas (como Facebook) recogen datos de los usuarios europeos y los tratan y almacenan en los Estados Unidos. Lo que subyace es el diferente nivel de protección de la privacidad a ambos lados del Atlántico; aquí la exigencia es mucho más estricta. El Financial Times lo recoge hoy en una excelente crónica.
Fuente: Financial Times