Metódica, organizada y siempre con ganas de aprender (esto va en los genes de un auditor). Me gusta comunicar, preguntar y que me pregunten (hablo bastante…).
Si hay dos adjetivos que creo que me definen son: demasiado trabajadora y paciente, teóricamente dos virtudes que, llevadas al extremo máximo, en mi caso, son mis dos mayores defectos.
La posibilidad de poder evolucionar continuamente, aprender cada día y poder trabajar en equipo.
La contabilidad, la técnica de auditoría, el seguimiento de los procedimientos de control interno, la normativa referente a las cuentas anuales, la consolidación, la técnica de hacer informes periciales, y la normativa mercantil y de cooperativas.
Bueno, creo que tendríamos que preguntarle a ellos… Pero siempre he tenido una vocación de servicio, máxima disponibilidad y adaptación a cada circunstancia. De hecho, mis clientes son mi fuente de crecimiento profesional y un aprendizaje continuo. Aunque ellos dicen que aprenden mucho conmigo, creo que es mutuo.
Entre semana hay poco tiempo libre. Lo dedico a leer la normativa nueva, a temas de formación profesionales… Y también hago un poco de gimnasia: mens sana in corpore sano.
Durante el fin de semana: leer (toda la normativa que no ha dado tiempo durante la semana -es broma-), la natación, estar con la familia y amigos, descansar, viajar si se puede, etc.