El pasado 29 de septiembre, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, presentó un paquete de medidas fiscales que “permiten avanzar hacia un sistema tributario más justo al contemplar una mayor contribución de los grandes patrimonios y las grandes empresas, mientras se recogen bajadas fiscales quirúrgicas en favor de las rentas bajas, de los autónomos y de las pymes”, reforzando, de esta forma, el Estado del Bienestar.
A continuación, se exponen estas medidas fiscales, las cuales se incorporarán en los Presupuestos Generales del Estado de 2023 o en leyes que permitan su puesta en marcha el próximo año.
1. Creación de un Impuesto de Solidaridad para las grandes fortunas
Este futuro nuevo impuesto, que buscará aumentar la aportación de “quienes más tienen”, afectará a los patrimonios netos superiores a 3 millones de euros. En concreto, (i) para los patrimonios de entre 3 y 5 millones de euros, el tipo impositivo será del 1,7%; (ii) para los patrimonios de entre 5 y 10 millones de euros, el tipo será del 2,1%; y (iii) para los patrimonios superiores a 10 millones de euros, el tipo será del 3,5%.
Se tratará de un impuesto estatal de carácter temporal para los años 2023 y 2024. Sin embargo, se incorporará una cláusula de revisión para evaluar, al término de su vigencia, si es necesario mantenerlo o suprimirlo.
Conviene destacar que, con el objeto de evitar la doble imposición, los sujetos pasivos del Impuesto de Solidaridad solo tributarán por la parte de su patrimonio que no haya sido gravado por su Comunidad Autónoma.
2. Modificaciones en el Impuesto de Sociedades
– Para las PYMEs que tengan una facturación de hasta 1 millón de euros, se rebajará el tipo nominal del Impuesto de Sociedades del 25% al 23%.
– Se limitará, en un 50%, la posibilidad de compensar las pérdidas en los grupos consolidados.
3. Modificaciones en el IRPF
– Para las rentas del capital de entre 200.000 y 300.000 euros, se incrementará en un punto, hasta el 27%, el gravamen del IRPF, y, para el caso de las rentas del capital superiores a 300.000 euros, se elevará el gravamen hasta el 28%.
– Para ayudar a los contribuyentes que más lo necesitan, (i) se elevará el límite de renta bruta a la cual se le podrá aplicar la reducción por rendimientos del trabajo, pasando de los 18.000 euros actuales a los 21.000 euros y (ii) se incrementará dicha reducción. De esta forma, la reducción por rendimientos del trabajo operará sobre sueldos brutos de entre 15.000 y 21.000 euros, cifra que equivale al salario mediano de España. Según el Gobierno, esta medida supone aplicar una rebaja para el 50% de trabajadores, que lograrán un ahorro de 1.881 millones de euros.
Una consecuencia de la ampliación de la reducción por rendimientos del trabajo será que el mínimo de tributación para un contribuyente soltero y sin hijos subirá de 14.000 a 15.000 euros. Ello será relevante, porque garantizará, por ejemplo, que un trabajador que hoy gana el SMI, fijado en 14.000 euros, no tributará por IRPF cuando el Gobierno aumente el Salario Mínimo Interprofesional en 2023. También supondrá que un trabajador que hoy gana 14.500 euros y tributa por IRPF dejará de pagar el impuesto.
4. Medidas que favorecerán a los autónomos
– Se incluirá una rebaja adicional en el IRPF de cinco puntos porcentuales en el rendimiento neto de módulos.
– En los casos de los autónomos que tributan por estimación directa simplificada, la reducción automática actual del 5% del rendimiento neto pasará a ser del 7%.
– Se prorrogarán 1 año más los límites vigentes de exclusión del sistema de módulos.